El sofá de Mayel

Una manera de interpretar al mundo...

Era el último día de clases en el instituto de inglés, salí a las seis como siempre algo apurada, entre al baño, me refresqué y mientras me observaba en el espejo me di cuenta que probablemente nunca mas volvería a ver al profesor, así que decidí salir y despedirme como se debía.

Demoré en ubicarlo, así que le timbré, dijo que estaba algo ocupado y que los esperara cinco minutos. Decidí irme para que nadie me hiciera quedar a la clausura que empezaría a las nueve.

Ya en el paradero algo molesta por no haberlo visto, espero mi carro. Casualmente cruzaba la pista una amiga con la que tuve que hacer conversación para que no se ofenda, justo cuando se fue, sonó mi celular, y una voz algo irreconocible me dijo -estoy atrás tuyo, pero nadie debe verme-, no puedo negar que me asuste, di la vuelta vi al profesor, oculto tras la ramas de un árbol que me hacia señas para que me acercase.

Luego de que mi cerebro reconociese la voz al ver la imagen del profe, me acerque a él algo angustiada y le pregunte de quien se ocultaba. Él algo molesto, me hace señas para continuar caminado y me responde- la directora quiere que me quede a ver algunos reclamos de los alumnos, pero yo ya entregue notas así que no tengo nada que hacer ahí, dice que esos alumnos pagan así que debo aprobarlos, pero me importa muy poco cuanto dinero tengan, cuando su cerebro no vale-.

Era algo muy tosco escucharlo decir eso, pero noté que aun estaba alterado así que no dije nada. Luego de un par de segundos de silencio mutuo, rompe el hielo con un mejor semblante -y para que me llamaste?-era mi profe de tres meses aproximadamente, habíamos hecho cierto amistad y jamás me llamó la atención físicamente quizás porque tenia mis propios asuntos; así que sin temor ni vergüenza le dije de palabras sueltas:- es que me di cuenta que ya no te voy a volver a ver y me dio penita, así que quería despedirme bien.

Seguíamos caminando de frente, quizás sin rumbo, nunca supe si estuvo pensado o no. Hablamos de muchas cosas del instituto, hasta que se detuvo Luís, el profe, en un mirador que daba hacia el mar, y precisamente cuando se iba a sentar en la banca dije:- que!, te vas a quedar acá? No me gusta este lugar, es para gente alienada.- a donde quieres ir? Me dijo-abajo…, vamos abajo, junto al mar le respondí.

Quizás se noto mi alegría, (tu sabes que me encanta el mar), lo jale a el del brazo para que baje mas a prisa y el algo cansino, sigió mi juego.

Llegamos al mar, por un momento mi mente se alejó y se fue al fondo del mar, justo donde se une al cielo. Cuando reaccioné, Luís me pregunto:-y donde vamos a estar, como?- que aburrido que eres, le dije, ven…

Lo lleve muy cerca al mar, me senté en la arena sin temor a que mi ropa se mojase o ensuciase, por suerte el no se opuso, se sentó y podría decir que me deje llevar por la alegría del mar así que terminé recostándome en sus piernas para descansar, sentir la brisa. Aun no se si eso fue un error.

Pasaron cerca de dos horas y las palabras no se acaban, había tanto de que hablar, su vida y su experiencia eran maravillosas, pero el frío que yo sentía logro desconcentrarlo y tomar la decisión de irnos. (Recordaras que yo sufro de los huesos, verdad?)

Continuamos caminando sin rumbo, estaba ahí, totalmente distraída cuando mi celular sonó, el solo ver el nombre de la llamada, me hizo pisar tierra de inmediato. Era mi enamorado con quien tengo saliendo más de cinco años, probablemente junto a el era feliz, pero teníamos problemas últimamente, mi cansancio, mis nuevas amistades, y mi poco tiempo para verlo, habían llegado a la conclusión de separarme de él, pero como no estuvo de acuerdo, volvimos, jamás entendí porque, yo ya no quería nada, estaba harta… y ahí estaba llamándome… no pude evitar contestar, pero lo que si logré es fingir que era otra persona, cualquiera…

Las llamadas continuaron, Roger, mi pareja, insistía en que fuese a la U, que había conseguido permiso para que nos podamos ver, el muy entusiasmado y yo no sabia como decirle que no, que quería quedarme con Luís, que me sentía bien y que seria la ultima vez que lo vería.

Invente un montón de pretextos, llamó mas de cinco veces, no pude evadirlo, tenia que ir a verlo; nos dirigimos al paradero a esperar el carro, mientras que comentó que iría a tomar un trago, yo ya estaba molesta, no quería irme y encima, el iría a tomar …tu sabes que odio que tomen…

Llegó mi carro, lo pare, le dije que hiciese lo que quería, me quite molesta y ni me despedí, en el carro, me comunique con Roger, le explique que estuve en clase, pero que ya estaba en camino, que lo quería y que no se preocupe, fui tan hipócrita, pero fue mi temor a quedarme sola.

Llegué al centro de Lima donde queda la U, justo cuando baje, me di cuenta que no me había despedido bien y que ya no lo vería a Luis, así que le timbré. Inmediatamente me llamó, y mientras caminaba en busca de Roger, dijo que tomaba un moliente y que me extrañaba, que quería que volviese, que se sentía bien a mi lado.

No voy a negarte que me sorprendió, sin embargo era mutuo, yo también quería verlo, pero Roger estaba en medio y precisamente estaba muy cerca de mi, así que tuve que colgar y decirle :- fue un gusto conocerte, cuídate, adiós..
-no hables así, vas a ver que nos vamos a volver a ver
-es ridículo, jamás no cruzaremos, pero gracias, la pase bien, y zorry por no
despedirme
-No necesitas despedirte, te veré, lo se o acaso no quieres
verme?
-si, pero no puedo, mañana debo trabajar temprano, bye
-OK, bye…besitos


Besitos…, ahora odio esa palabra, pero para ese entonces creía que realmente deseaba dármelos…

Los días siguientes, me escribía mensajes bonitos, saludándome, preguntándome como estaba, mandándome besitos, y caritas felices por el celular.

Me llamaba nena, pequeña, linda, bonita, traviesa, etc., todos lo sobrenombres bonitos, hasta que dijo LOQUITA, (ese sobrenombre ya tiene dueño, lo sabes) me moleste, le escribí cosas feas, que ni siquiera se acordaba mi nombre y por eso buscaba apodos, fue entupido lo sé, pero no sé que me pasó. Igual por las noches no podía evitar no escucharlo, así que ahora lo llamaba yo, era una cojuda, gaste más de cincuenta soles en un teléfono que jamás había cargado.

Un día cuando ya yo estaba ilusionada, como una adolescente, le pregunte que es lo nos estaba pasando, y solo supo decir,:- nada, no pasa nada, tu me gustas y punto, te extraño y me siento muy bien cuando hablamos, supongo que tu también no? O no?

Wuau realmente hasta el momento no tenia las cosas claras, pues solo me había dejado llevar, nunca me había dicho que le gustaba, no le respondí, quizás se ofendió, porque me dijo gracias y colgó.

Quedé mas confundida que en un inicio, yo salía con Roger y ahora Luís creía que salía con él, lo pensé, quería ir con Luís pero que pasaría con Roger, no lo soportaría; pensé también en salir con los dos, pero tenia miedo que Roger se entere y me deje, sabia que lo de el profe solo era diversión, así que quizás si salgo con los dos no pierdo nada, o pierdo todo y quedo embarazada.

Con Roger las cosas iban peor, pero por mi carácter sabia que nadie mas que él me aguantaría, a Luís lo llamé porque ya no podía seguir así, esos cosquilleos en el estomago como cuando eres adolescente, y el estar totalmente distraída, desconcentrada, ya no podía soportarlo mas, con el dolor de mi corazón, le dije que no quería nada, y me apoye en que era casado:

- si no estuviese casado y no tuvieses un bebe de por medio, en realidad hubiera estado contigo, pero no puedo, yo odio a los pendejos y tu jamás me hablaste de tu familia, hasta que me conoces bien y me dices que no eres feliz con ellos. Que quieres de mi? Ah?
-. Te entiendo, si no quieres nada, lo acepto, cuídate OK?, debo volver a trabajar. Bye

Lo seguí llamando como amiga, aunque en realidad yo estaba obsesionada con él, no volvió a insistir en que quería algo, pero yo si quería. Con mucha fuerza, termine mi comunicación, pero parece que no lo aceptó y él me escribía, deje de responderle porque senté cabeza en que debía ser realista, jamás lograría nada serio a su lado.

Aun me escribe esporádicamente, y cada vez que lo leo los nervios y cosquilleos vuelven. Hoy, mi mamá quiere que continué el inglés asi que volveré al instituto. Muero de miedo no sé que es lo que va a pasar, aun pienso en impresionarlo, pero al mismo tiempo pienso en no volverle a hablar, solo espero que no lo hayan contratado y que jamás me vuelva a chocar con el.

Creo que no lo he superado por completo, es muy probable que cuando lo vea corra a sus brazos a pesar de nunca haber estado ahí, pero al mismo tiempo me siento ridícula. Mi relación con Roger ya esta estable, no quiero malograrla, pero es algo que no esta pensado, solo se da. ..Que difícil es ser fiel

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Ke fumas comadre invita pe...!!!

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